Jorge Luis Borges | El Aleph




Son diecisiete las historias con que Borges labra este laberinto mágico e inteligente, onírico y asombroso, donde se busca la única salida posible, la verdad.


Comienza con el relato titulado “El Inmortal”, en donde se realiza un acercamiento a la inmortalidad, no como el don que en la superficialidad de nuestro tiempo muchos quisieran alcanzar, sino como una enfermedad, una condena para el ser humano:


“Ser inmortal no tiene importancia; menos el hombre, todas las criaturas lo son, pues ignoran la muerte”
“Todo, entre los mortales, tiene el valor de lo irrecuperable y de lo azaroso.”
Es la mortalidad la que permite tener méritos morales e intelectuales, así como la formación de una identidad propia, misma que en el inmortal se diluye:


“Un solo hombre inmortal es todos los hombres”
“Deutsches Requiem” expone las cavilaciones del subdirector de un campo de concentración alemán apresado por los aliados y a punto de ser ejecutado, dejando en claro que en él no existe arrepentimiento alguno, y sin embargo siente que una parte de su persona murió con todos los prisioneros judíos que asesinó. No le importa que Alemania haya sido derrotada por las armas, pues para él existe una alegría, una victoria más profunda conseguida por los nazis:


“Nosotros (la Alemania Nazi) le enseñamos al mundo la violencia y la fe de la espada.”


“Se cierne ahora sobre el mundo una época implacable. Nosotros la forjamos, nosotros que ya somos su víctima.”


En “La Casa de Asterión” se muestra un revolucionario cambio de perspectiva del mito del minotauro, así como la posibilidad de la muerte como liberación.


“Los Teólogos” presenta a dos filósofos rivales que sostienen posiciones encontradas respecto a Dios y la naturaleza de las cosas, lo que los conduce a una guerra de argumentos cada vez más elaborados, pero tal vez no tan distintos. En esta historia se esconde una metáfora de la intolerancia y sus demonios.


En “Emma Zunz” se narra la historia de una mujer, cuyo padre ha sufrido una terrible injusticia, lo que la llevará a planear una venganza efectiva, personal y oculta para el mundo.


“El Zahir” relata la obsesión de un hombre por una moneda, así como su tormentoso camino a la locura.


El cuento que cierra y da nombre a este volumen (“El Aleph”) es un prodigio narrativo en el que se crea la ilusión de toparse con la totalidad del universo contenido en una pequeña esfera, escondida en un sótano:


“El lugar donde están, sin confundirse, todos los lugares del orbe, vistos desde todos los ángulos.”


En ella se encuentra quizá el verdadero mundo, y la capacidad de asombro del ser humano.


El resto de las historias contenidas en este libro tratan al igual que las anteriores sobre temas que obsesionaron durante toda su vida a este gran escritor argentino: el infinito, lo fantástico, el tiempo, el azar. Temas de reflexión en todas las épocas y que conviene explorar personalmente.

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