·Basada en la novela corta “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”
Autor: Philip K. Dick.
Dirigida por
Ridley Scott, Blade Runner es una de
las mejores y más influyentes películas de ciencia ficción que se hayan filmado
nunca.
Blade Runner
se basa, aunque con cambios notables, en la novela corta de Philip K. Dick
llamada ¿Sueñan los androides con ovejas
eléctricas?
En una
combinación de cine negro y thriller futurista de detectives, todo ocurre en la
ciudad de Los Ángeles, California en el año de 2019 (tomemos en cuenta que se
estrenó en 1982).
Debido a la
contaminación y decadencia imperantes, la humanidad ha comenzado su emigración
hacia las colonias fuera del planeta. En la Tierra sólo quedan quienes son
demasiado viejos, enfermos o pobres para poder abandonarla. Para realizar el
trabajo pesado en el espacio, se han creado los replicantes: seres artificiales
que imitan al ser humano en su aspecto físico y comportamiento, llegando a ser
virtualmente indistinguibles. El modelo replicante Nexus-6 es externamente
idéntico al ser humano, pero con una vida operacional de tan sólo 4 años.
Rick Deckard,
interpretado por Harrison Ford, es un Blade Runner retirado, un policía
especializado en cazar replicantes rebeldes. Una fuga de replicantes Nexus-6 lo
lleva a reintegrarse a la corporación, y a cuestionarse acerca de su propia
condición existencial.
Blade Runner es
un excelente análisis de la naturaleza humana y un atrevido pronóstico sobre la
evolución futura de la vida en la Tierra,
En la película y
el libro se plantean preguntas sobre la verdadera esencia de la humanidad: ¿Qué
nos define como humanos? ¿Los sentimientos? ¿La memoria? ¿Las ideas? Y, si un
ser artificial adquiere estas capacidades, ¿sería humano también?
Están presentes
también cuestiones religiosas sobre la vida y la muerte, y la naturaleza de un
ser supremo. En una extraordinaria escena, uno de los replicantes se confronta
con su creador y le implora que le prolongue vida, en un claro paralelismo con
el deseo humano de vivir para siempre, de evadir la muerte.
Uno de los
momentos más memorables del cine es el monólogo final del replicante Roy Batty,
genialmente personificado por Rutger Hauer:
Al terminar de mirar el filme, o de leer el libro, uno se pregunta si los replicantes no son más humanos que los propios humanos.“He visto cosas que los humanos ni se imaginan: naves de ataque incendiándose más allá del hombro de Orión. He visto rayos C centellando en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán... en el tiempo... como lágrimas... en la lluvia. Es hora... de morir.”
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