(Premio Nobel de Literatura 2006).
Nieve transcurre principalmente en Kars (kar
en turco significa nieve), una ciudad remota y decadente ubicada al este de
Anatolia. Cuenta la historia de Kerim Alakusoglu, abreviado Ka, un solitario y melancólico
poeta que no ha escrito un verso en años. Ka regresa a Turquía después de 12
años de vivir exiliado en Frankfurt, Alemania. El motivo oficial de su retorno
es la muerte de su madre, aunque en el fondo lo muevan también otras razones.
Llega a Estambul, cuya nueva realidad europeizada contrasta con los recuerdos
de su infancia. Entonces decide ir a Kars, para buscar esa Turquía que, según
él, no ha sobrevivido en Estambul. Para ello acepta un encargo periodístico:
investigar acerca del suicidio de varias jóvenes obligadas por sus escuelas a
quitarse el velo y además informar sobre las elecciones municipales en donde el
partido islamista se perfila como ganador. Es grande la sorpresa del lector
occidental común, acostumbrado a recibir información sobre mujeres en el mundo
islámico que quieren renunciar al uso del velo, encontrar aquí la situación
opuesta. Ka también desea reencontrarse con Ipek, una hermosa mujer a la que
conoció en su época de estudiante. Ipek se ha divorciado de un antiguo amigo de
Ka convertido en político islamista, y vive ahora en el hotel donde se aloja
Ka.
Toda la historia
ocurre durante tres días, mientras el pueblo permanece incomunicado debido a
las nevadas. Este aislamiento del mundo exterior, permite que se produzca un golpe
de Estado. Dadas las circunstancias, cada personaje se revela se revela tal
cual es, y expone su particular visión del mundo.
Sin saberlo, Ka ha
vuelto a Turquía tratando de ponerle fin a su insatisfacción, busca sus raíces
y su identidad perdidas. En Alemania perdió los vínculos interiores necesarios
para escribir. Es en Kars donde recupera su don para la escritura, sólo que
ahora no puede controlarlo, transformándose en un escritor compulsivo. Para Ka es
imposible dejar de escribir poemas, como si de golpe recuperara la inspiración
perdida, y vive haciendo anotaciones en un pequeño cuaderno verde que siempre
le acompaña.
Es otro
narrador, llamado Orhan, quien nos cuenta la historia no a partir de lo
relatado en el cuaderno verde, que ha desaparecido, sino basándose en las notas
que encuentra en el apartamento del poeta cuatro años después.
La lectura de Nieve nos hace reflexionar sobre algunos
de los grandes temas de Turquía y Oriente Medio: el conflicto entre un Estado
laico y el gobierno islámico, la pobreza, el desempleo, la globalización y la
incomprensión entre culturas.
Las palabras de Azul,
un terrorista e influyente líder islamista con quien se entrevista Ka, son de
una elocuencia implacable:
“—El Occidente, que al parecer cree más en la democracia, su gran descubrimiento, que en la palabra de Dios, ¿se opondrá a este golpe militar antidemocrático en Kars? —preguntó con un gesto ampuloso—. O lo importante no son la democracia, la libertad o los derechos humanos si no que el resto del mundo imite a Occidente como monos? ¿Puede soportar Occidente que unos enemigos suyos que no se le parecen en nada alcancen la democracia?”
En las últimas
páginas del libro, Ka le pregunta a Fazil, un habitante de la
ciudad, sobre qué era lo que quería decir a los lectores si
algún día escribía una novela que ocurriera en Kars. La respuesta de Fazil
es contundente:
“Si me pone en una novela que ocurra en Kars, me gustaría decirles a los lectores que no creyeran nada de lo que usted pueda decir sobre mí, sobre nosotros. Nadie nos puede entender de lejos.”
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