Calaverita Tuitera 2016

Letras raras firma uno,
otro le hace al superhéroe,
uno es diablo y saca humo,
otro pregunta «¿Qué es duerme?»

Todos ponen a 'Pon dos'
de líder del sindicato,
para que se oiga su voz
aunque hayan muerto hace un rato.

«¡Que Dios los tenga en su gloria!»,
se escuchaba en su velorio.
Él, conociendo su historia,
los envió pa’l reclusorio.

Don Chamuco tenía influencias
pero hay nuevo director.
En la radio interferencia
suple a Erasmo el locutor.

Dicen que al primo de Batman
le dió un ataque kafkiano.
Que RuCo guarda la calma
quizás porque no es humano.

Ni spray antitiburones,
ni «Cuentos de un hombre solo»,
ni «ene efe ele» a montones.
¡Sálvenlos, se los imploro!

'Pon dos' da 'Likes' en el Limbo
por toda la eternidad.
Ahí encontraron al gringo,
a Trump, y a su vanidad.



Noble Nobel (Calaverita a Bob Dylan)

Bob Dylan se nos ha muerto,
leyenda y compositor.
Seguro en este momento
anda «Knockin' on Heaven's Door».

«Lo ha matado un escritor»,
sospechan uniformados.
«Y hasta derechos de autor
por el crimen ha cobrado».

¿Philip Roth, Milan Kundera,
Amos Oz o Murakami?
¿Asesinos de carrera?
¿O candidatos al Grammy?

Nadie sabe, nadie supo,
quién lo mandó hacia la tumba.
Ni si ya toca su grupo
abajo en las catacumbas.

Mientras tanto, Dylan sigue
pendiente de otros asuntos.
Dejó plantada a la Parca
en tierra de los difuntos.

«Esa clase de desplantes
no están bien en un fantasma»,
dijo la Muerte, tajante,
casi perdiendo la calma.

«Tengo que darte un aviso,
me lo piden con urgencia»,
insistió con el occiso,
agotando su paciencia.

—¿Me requiere la Academia?
¿Sigue insistiendo la Sueca?
—Es otra la que te premia:
«La Academia» en TV Azteca.

Noble Nobel el de este año.
O, tal vez, no ve el plebeyo.
Algunos huelen amaño,
otros validan el sello.

«Like a Rolling Stone» se canta
en el Cielo y el Infierno.
La Calaca se levanta,
Lucifer menea los cuernos.

Testigo confundido

Llevando cada cual el recuerdo de una península en el corazón, el español y el italiano acudieron puntuales a la cita. Ante el único testigo, una mujer con ojos de fuego y ágiles manos, manchego y parmesano se fundieron en un abrazo, como sólo pueden hacerlo los quesos de categoría.

Decimosexta participación en el blog literario Cincuenta palabras. Publicada el 14 de septiembre de 2016.