Las
décadas transcurren y sigue sin pronunciar su primera palabra. Aunque «mamá»
fue la elegida por cinco de sus seis nietos, para él perdió vigencia hace
mucho.
«Hable,
don Servando. Sabemos que puede», insisten los médicos, desesperados. Como
aquellos que de niño lo examinaban.
Las
arrugas se acentúan cuando sonríe.
Decimoctava
participación en el blog literario Cincuenta palabras. Publicada el 12
de noviembre de 2016.
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