Noble Nobel (Calaverita a Bob Dylan)

Bob Dylan se nos ha muerto,
leyenda y compositor.
Seguro en este momento
anda «Knockin' on Heaven's Door».

«Lo ha matado un escritor»,
sospechan uniformados.
«Y hasta derechos de autor
por el crimen ha cobrado».

¿Philip Roth, Milan Kundera,
Amos Oz o Murakami?
¿Asesinos de carrera?
¿O candidatos al Grammy?

Nadie sabe, nadie supo,
quién lo mandó hacia la tumba.
Ni si ya toca su grupo
abajo en las catacumbas.

Mientras tanto, Dylan sigue
pendiente de otros asuntos.
Dejó plantada a la Parca
en tierra de los difuntos.

«Esa clase de desplantes
no están bien en un fantasma»,
dijo la Muerte, tajante,
casi perdiendo la calma.

«Tengo que darte un aviso,
me lo piden con urgencia»,
insistió con el occiso,
agotando su paciencia.

—¿Me requiere la Academia?
¿Sigue insistiendo la Sueca?
—Es otra la que te premia:
«La Academia» en TV Azteca.

Noble Nobel el de este año.
O, tal vez, no ve el plebeyo.
Algunos huelen amaño,
otros validan el sello.

«Like a Rolling Stone» se canta
en el Cielo y el Infierno.
La Calaca se levanta,
Lucifer menea los cuernos.

Testigo confundido

Llevando cada cual el recuerdo de una península en el corazón, el español y el italiano acudieron puntuales a la cita. Ante el único testigo, una mujer con ojos de fuego y ágiles manos, manchego y parmesano se fundieron en un abrazo, como sólo pueden hacerlo los quesos de categoría.

Decimosexta participación en el blog literario Cincuenta palabras. Publicada el 14 de septiembre de 2016.

Babel: El hijo del conserje

Me paso el día entero jugando con el ascensor. Pulso números al azar en el tablero. Voy por los pasillos del edificio escuchando detrás de las puertas numeradas. Aprendo palabras en swahili, japonés, alemán e inglés. Nadie se entiende con otro. Quizás por eso nunca se enteraron de mi muerte.

Decimoquinta participación en el blog literario Cincuenta palabras. Publicada el 19 de agosto de 2016.