Mil microhistorias y contando…

Quiero dejar en claro que no soy más que un simple aficionado a la microliteratura. Hace poco más de dos años me uní a la comunidad de Twitter con el nombre de usuario de @elchen00. Al poco tiempo, aprendí de otros que en esta red social es posible compartir ideas propias que de otra manera se quedaban atrapadas en el limbo del abandono. Es por eso que decidí comenzar a publicar pequeños aforismos, poemas, reflexiones y ¡microcuentos!
Estos últimos han sido los que han alcanzado un mayor número. Recientemente tuiteé (difícil acostumbrarse a estos términos), la microhistoria número mil. Sé de escritores que han escrito y compartido muchísimos más relatos que yo, sin embargo, permítaseme la licencia de celebrar este pequeño logro reescribiendo algunos de los microcuentos de mi autoría. En ocasiones los he dejado tal cual, sin agregar ni quitar una sola coma, en otras, los he modificado libremente, aunque apegándome lo más posible a la idea original. Incluso, algunas veces, los he liberado de la prisión de los 140 caracteres.
Digamos pues que escribiré un cuento en el que el autor no deja de jugar con sus cuentos, moldeándolos como si fueran figuras de plastilina; o un rascacielos de mecano azotado contra el piso, para después armar un rompecabezas de mil piezas.
Agradeciendo su infinita paciencia, aquí les dejo las dos primeras muestras:
678.- Quisieron tomarse de la mano, pero no tenían. Se miraron con tristeza a través del agua prístina. Eran dos peces de hermosos colores. No contaminarían el río con lágrimas.
672.- Charlie lleva una caja de chocolates bajo el brazo, nada de amor, es la tarifa de la fulana Umpa Lumpa.

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